Madre, ¿por qué nací tan tarde?, ¿por qué estoy en una época tan confusa y lamentable de injusticia, corrupción, bajeza cultural y ataques humillantes?. ¿Por qué veo que la gente hace muchas cosas sin sentido y prácticamente con plena maldad injustificable?
Madre, ¿por qué para entender las cosas y tener un poco de norte en paz debo acudir casi siempre a los pensadores de la época clásica griega?. Madre, tú sabes muy bien que mis ideales de muy joven era siempre con los filósofos griegos, esa manera de despertar la “filo”-“sofía” era (es y será) siemprela razón más sólida y plausible, algo imposible no entender, no amar y sobre todo no asumir. Esos autores y pensadores consiguieron comenzar una etapa desarrollo intelectual que me siento y nos sentimos siempre eternamente a deuda de las mil formas que podamos considerar y percibir nuestra propia vida.
Madre, ¿sabes o imaginas como envidio esos siglos cuando debieron desarrollar con tanta plena vitalidad lo que hoy en día todavía arrastramos y ni siquiera podemos mejorar nada de ellos? ¿Sabes como todavía me humilla pensar y descubrir leyendo que casi ningún otro grande pensador ha podido avanzar ni un solo paso en dos mil años?. ¿Crees que tiene excusa, razón o necesidad de defenderse por algo que es tan pero tan minimamente esencial y necesario para el buen desarrollo mental humano que no se cultive y se progrese en la propia critica mental humana?. Con todo lo que ha podido inventar para mejorar la calidad de vida, tristemente a costa de expoliar y explotar siempre los recursos naturales, ¿no puede hacerlo solo con el pensamiento tan barato y tan cercano en nuestro propio cuerpo?
Madre, no entiendo muchas veces de verdad cual es mi rol, cual es mi norte y cual es el bien común como ser humano. Miro a un lado y veo cosas confusas, ¿nací quizás siendo demasiado pero exageradamente inocente? ¿Debí despertar mis reflejos o raciocinio mucho antes? O mejor dicho, aun en mi situación de reconocer y sobre todo contrastar los valores de la vida con todo tipo personas bien sean familiares o no, ¿y todavía tenga que cuestionar y reconsiderar tantas veces las mismas cosas?. ¿Sabes lo incómodo que es sentirse a veces burlado por cosas tan sencillas o elementales día si y día también?.
Madre, no se como ni porque, pero esta ansiedad por saber y no poder, por enteder pero no proceder, casi incluso por amar pero no ser amado por aquellos valores tan pero tan sencillos, simples, humanos, esenciales y sobre todo eternos para la antropología humana, ¿como quieres que sobreviva a todo esto?. ¿Debo repensar más de los que los clásicos griegos pensaron? ¡Pues no veo como!
Madre, ¿por qué no nací antes, o mejor dicho mucho después? Casi hubiera preferido nacer en plena decadencia del ser humano, para ver de una vez cual fue si siempre el último propósito del ser humano en sus últimos suspiros viendo que todo se va, se desvanece y si realmente mereció la pena vivir, sobrevivir y luchar por una digna vida irresmplazable en todos y cada uno de nosotros.
Madre, ya no te voy a preguntar mas de por que no nací, sino más bien porque no vuelvo a nacer otra vez : ¡¡¡quiero vivir!!! Madre, ¡dame otra vida!.
