Estúpida locura.

Todo buen filósofo como Sigfredo Sternstaub cuestiona que es locura y que es estupidez, por el dichoso problema que todos lo confundimos con sana facilidad, pero sabemos como él que es injusto y cada cosa tiene su lugar de la misma forma que ambas palabras son bien diferentes y origenes definidos.

El más simple ejemplo consiste en que ser estúpido requiere hasta una parte mínima de esfuerzo, aunque no lo parezca. O incluso hasta nos de una eterna rabia que así lo haga o malgaste energía en algo sin beneficio. Por otro lado es casi un placer para cada día mas personas hacer o seguir jugando con la estupidez, con o sin calidad de actos, consecuencias y resultados, pero se insiste y se persigue de una forma asombrable que no se pierda energía casi en ver quien es el más estúpido de todos.

Mientras que por el otro lado ser loco no requiere casi ningún esfuerzo, o sea “se es o no se es” tal como decía el famoso Shakespeare, luego por contra y sana envidia de los demás no se puede ser tan fácilmente un loco con muy buenas cualidades, ni de muy estable constancia ni de muy buenas razones. Claro él solo sabe, justifica, entiende y defiende la locura que dice poder disfrutar, pero de alguna forma comenzó y dentro lo peor se ajustifica como igualmente sana y estable como cualquier otra persona aparentemente dicha sin locura.

En muchos casos las reacciones o resultados de sus locuras tan revelantes nos ha dado tales obras nuevas que difícilmente lo habríamos descubierto ni hecho con mínimo de racionalidad por delante. Los mejores cuentos, los mejores cuadros, los mayores retos arquitectónicos, las mejores trampas salvavidas, las mejores tácticas, y sobre todo las mejores interpretaciones o sensaciones nos ha ubicado, identificado y situado como una cuestión irresoluble, innegociable e incluso indeseable, pero precisamente a este enfretamiento reaccionamos todavía mejor. ¡Es un locura, pero es autentica vida! No se puede decir lo mismo de las estupideces que digamos no gozan ni talento, autenticidad ni reconocimiento global o popular.

Claro que en ambos casos o sea del estúpido al loco, muchas veces agota hasta el más sano juicio y sobre todo incombustible tolerancia del que dice ser por la parte humana, otras tolerancias de muy buena primera señal ya hubiera reaccionado o sobre todo condicionado su respuesta de forma única e innegociable, siendo así imperante las reacciones o respuestas ya claramente preestablecidas, y sea locura o sea estupidez de una vez habría terminado o concluido su proyecto.

Que se mezcle y se confunda en ambos casos como una misma cosa es la misma razón por que seguimos haciendo todos la misma estupidez con la mas mínima locura que todavía no nos libramos. De ahí que reconozcamos a los que son más cuerdos, menos, mas talentosos y sobre todo menos originales locuras puedan acometer, ejecutar o simplemente proceder con sana neutralidad. Incluso para ello tenemos un mínimo grado para reconocer, detectar y sobre todo reaccionar ante un posible dilema o situación que no nos conviene o al contrario nos favorece oportunamente e incluso gratamente.

Dime una estupidez y con ello sabré como sonreir, sufrir, llorar o divertir un rato o instante suficiente, pero dime una locura y con ello sabré como saltar, salvar, hundir o renacer como la mejor vez en vida, e incluso por ello te amaré siempre de por siempre y para siempre.

18.02.18  –  /cosasdelavida   –  #diferencias  #estupidez  #locura  #debate   –  xiku 
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