Siempre cuando uno hace pruebas (o mejor dicho comienza un campo nuevo) lo más normal es que cometa ciertos errores o sea los primeros, lo sabemos y lo reconocemos, pues es irremediable. Casi lo disimulados, lo odiamos y lo ocultamos… ¡pero es sano!.
Es que cometer un error no es automáticamente una mala noticia, mas al contrario simplemente debería ser una buena noticia (de una buena intención) pero quizás no en el momento ni forma más oportuna, simplemente algo diferente y cerca de lo que se pretende alcanzar.