La mejor metáfora que se puede encontrar a atribuir a los que estamos fascinados con los sistemas es famoso titular de un libro que decía algo así como “¿Donde está mi queso?”
No solemos ser de los que nos coformamos con lo de menos ni mucho menos, no nos importa tener que repetir o escribir muchas veces durante unos días unos textos que luego no usaremos más, pero si queremos confirmar, validar, revisar, diagnosticar y sobre todo evaluar en nuestras posibilidades, medidas, recursos y medios, que las cosas funcionan bien de una manera o de otra.
Nos reconocemos como terribles enfants que quieren jugar a lo que no siempre el juguete estaba a la vista, si es que como juguetes los hay de infinitos en toda la historia, desde cualquier civilización hasta hoy, pero eso no queda ni quita que incluso en esta breve pero muy brevisima historia de la informática se ha hecho ya de quien sabe cuantos cientos o miles de juegos que con el tiempo, moda, tendencia o técnica se han quedado en el olvido, debajo el teclado o dejado en segundo plano cuando todavía es muy divertido, muy ameno y como no tambien muy muy práctico.
Irónicamente descubrimos que al tener varios medios paralelos de comunicación seguimos todavía tan anchos, tan frescos y sobre todo tan disponibles para quien quiera visitar. Sabemos muy bien que nuestra “publicidad” es nuestra autenticidad y nuestro compromiso, no lo que obtenemos luego después de todo. Lucro es una palabra que casi se podría decir que nos aterra, repulsa, porque como bien sabe muy bien el gato cuando cae en un hoyo de curiosidad luego es muy muy difícil salir de ahí no ya sano y salvo sino incluso ya no afectado, influenciado o alterado de una forma u otra.
Luego en nuestro tiempo de “imbestigasion” vemos y encontramos otros grupos, pasiones, manifestaciones, y sobre todo especialidades de cada método y truco que lo podemos asumir, implementar, desarrollar y construir. Aprendemos, insertamos contenido, hacemos nuestras bromas, dejamos nuestro sello, provocamos a los otros curiosos que descubran, abrimos comentarios, creamos salas y sobre todo no dejamos dormir ni morir las máquinas.
Pero como al principio se mencionó, no nos conformamos con un solo queso, y ni aunque el queso sea como gruyere con sus huecos libres o vacíos, casi por ahí se siente mejor el propio aroma de la libertad. Sabemos que de gustos, especialidades, aromas, formas de hacer, modos de conservar, contenido, ingredientes, frescura y calidad todos todos son excepcionales e inconfundibles.
¿Acaso en la vida no hay nada mejor que buscar cual es tu queso o quesos? #pueseso